Denunciamos la esclavitud que supone la reforma de la negociación colectiva en la CEOE

Activistas del 15-M realizan una acción en la CEOE para denunciar la “legalización” de la esclavitud que supone la reforma de la negociación colectiva.

Hoy viernes 10 de junio a las 11 de la mañana hay convocada una concentración en protesta por la reforma en el Ministerio de Trabajo (más info aquí).

Esta mañana en torno a las 10h de la mañana 40 personas entraban pacíficamente en el hall principal de la sede de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) para realizar una acción de protesta.

En ella varios grupos personas “esclavizadas” y atadas por el cuello eran subastadas y firmaban un contrato simbólico con Don Dinero, jefe de sus secuaces: CEOE, Sindicatos CCOO y UGT, partidos políticos mayoritarios, etc. Finalmente las personas esclavizadas se sublevaban contra sus opresores y se liberaban al grito de “¡Manos arriba, esto es un contrato!”.

Después, han salido del edificio gritando diferentes consignas. La acción se ha llevado a cabo sin incidentes.

Fotos de Fotogracción, bajo licencia CC-by-sa.

Esta ley, de aprobarse, nos afectaría a todxs, siendo éste un resumen de los puntos básicos.

  • Flexibilidad interna: Esto implicaría “la modificación de las condiciones establecidas en convenio, aunque sea de forma temporal”, por ejemplo, mediante la bajada de sueldos, aumento del horario laboral, cambio en los sistemas de remuneración o rendimiento, o de los sistemas de organización del trabajo, descolgándose de los convenios vigentes o presentando expedientes de regulación de empleo (ERE).
  • Convenios colectivos sectoriales o convenios de empresa: Los empresarios quieren aumentar el poder de la dirección de una compañía en las decisiones internas y decidir sin condiciones sobre asuntos como los salarios, las jornadas o la movilidad funcional y/o geográfica.
  • Prórroga de los convenios colectivos: La patronal pide poner fin a la prórroga automática de todo su contenido hasta que se logre un nuevo acuerdo. Esto dejaría desvalidos a los trabajadores en el caso de que no se llegase a un acuerdo con la patronal.
  • Fijación de los salarios a la productividad: De este modo, la marcha de la empresa o del sector, o la situación del mercado, determinarían el salario a cobrar por cualquier trabajador.
  • Descuelgue: A petición de la CEOE y del CEIM, las empresas podrían descolgarse de las condiciones salariales de un convenio.
  • Único modelo de contrato laboral estable: Entre las propuestas del CEIM estaba ésta, según la cual habría una única modalidad de contrato con una indemnización de 20 días por año de servicio y máximo de una anualidad, sea la extinción por causa económica o declarada improcedente.
  • Contrato en prácticas: Ampliación del contrato en prácticas a tres años para todos los titulados.

MANOS ARRIBA, ESTO ES UN CONTRATO

51 responses to “Denunciamos la esclavitud que supone la reforma de la negociación colectiva en la CEOE”

  1. De la acción en la CEOE al anuncio de Mahou | Magda Bandera Bitácora

    […] de esta mañana en la sede de la CEOE En TVE ha sido apenas un fogonazo. Poca información sobre la “acción” de protesta de un grupo de indignados esta mañana en la sede de la CEOE. Algo más de espacio ha […]

  2. Mariano

    Denunciamos la esclavitud que supone:
    EL TRABAJO A SUELDO
    LA PROPRIEDAD PRIVADA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCION
    LA “DEMOCRACIA” REPRESENTATIVA

  3. azu

    Yo soy jóven sindicalista y delegado de CCOO. Estoy indignado por el apartado de Noticias donde hablais de la Negociacion Colectiva y mostrais el vídeo de la sala de la CEOE. CCOO NO SOMOS SECUACES DE NADIE. CCOO apoya el 15M, os aplaudimos… enviamos a nuestros delegad@s y afiliad@s toda la información y animamos a que vayan a vuestras convocatorias. CCOO necesita de la rebeldía ciudadana. HACEMOS CUANTO ESTA EN NUESTRA MANOS….Los trabajadores/as no quieren perder su trabajo…tienen que pagar su hipoteca y en concentraciones en las puertas de una empresa no nos siguen tanto…. CCOO lleva más que vosotros luchando, LUCHANDO contra los chantajes de la CEOE y el gobierno. Las pensiones hubieran quedado MUCHO PEOR, si CCOO no lo llega a SUAVIZAR, A NEGOCIAR. POR FAVOR INFORMAROS ANTES BIEN, QUE BASTANTE TENEMOS CON LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. NO NECESITAMOS ESTOS ATAQUES… NECESITAMOS QUE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA SE INDIGNE…. LUCHE, SE ORGANIZE Y ACTUE…

  4. Mariano

    Este siglo està empezando igual que el siglo pasado, el 900.
    Crisis economicas capitalistas, desplazamiento de la produccion para poner en competicion los trabajadores del mundo y bajar su sueldo, oceanos de dineros financieros que desaparecen y los pueblos que pagan el riesgo de las empresas, paro, conflictos sociales, gobiernos simpre mas autoritarios en toda Europa, revoluciones, guerras coloniales, discriminacion humana y social………
    La historia se repite y la gente del mundo sufre porque la humanidad no alcanza su evolution.
    1. DEMOCRACIA DIRECTA EN ASAMBLEAS PERMANENTES Y DINAMICAS
    PROPRIETAD SOCIAL DE LOS MEDIOS PRODUCION ESTRATEGICOS ( NI ESTATAL NI PRIVADA) ( BANCOS, ENERGIA, ESCUELAS, TRANSPORTES, COMUNICACIONES, HOSPITALES……)
    ELEGIR LOS GERENTES DE ESOS MEDIOS DE PRODUCION SOCIALES
    ROTACION COSTANTE COLECTIVA PARA LA GESTION DE LA SOCIEDAD ( una persona puede ser elgida dos veces en toda su vida, pues vuelve a su trabajo)
    PLANIFICACION ECONOMICA EN LAS ASAMBLEAS GENERALES PERMANENTES
    REALIZAR LA LIBERTAD INDIVIDUAL DE HACER EMPRESA POR UN BANCO SOCIAL
    AUTONOMIA AGRICULA, IDRICA Y ENERGETICA DE CADA REALIDAD SOCIAL
    CADA HOMBRE Y CADA MUJER TIENE DERECHO A SU PROPRIA CASA DE PROPIETAD QUE NADIE LE PUEDE QUITAR POR NINGUNA RAZON
    TODAS ACTIVIDADES HUMANAS TIENEN QUE RESPETAR EL EQUILIBRIO DE LA VIDA – CONTAMINAR LA VIDA NO TIENE QUE SER PERMITIDO

    ¿Por qué socialismo?
    Albert Einstein
    Monthly Review, Nueva York, mayo de 1949.

    ¿Debe quien no es un experto en cuestiones económicas y sociales opinar sobre el socialismo? Por una serie de razones creo que sí.
    Permítasenos primero considerar la cuestión desde el punto de vista del conocimiento científico. Puede parecer que no haya diferencias metodológicas esenciales entre la astronomía y la economía: los científicos en ambos campos procuran descubrir leyes de aceptabilidad general para un grupo circunscrito de fenómenos para hacer la interconexión de estos fenómenos tan claramente comprensible como sea posible. Pero en realidad estas diferencias metodológicas existen. El descubrimiento de leyes generales en el campo de la economía es difícil porque la observación de fenómenos económicos es afectada a menudo por muchos factores que son difícilmente evaluables por separado. Además, la experiencia que se ha acumulado desde el principio del llamado período civilizado de la historia humana —como es bien sabido— ha sido influida y limitada en gran parte por causas que no son de ninguna manera exclusivamente económicas en su origen. Por ejemplo, la mayoría de los grandes estados de la historia debieron su existencia a la conquista. Los pueblos conquistadores se establecieron, legal y económicamente, como la clase privilegiada del país conquistado. Se aseguraron para sí mismos el monopolio de la propiedad de la tierra y designaron un sacerdocio de entre sus propias filas. Los sacerdotes, con el control de la educación, hicieron de la división de la sociedad en clases una institución permanente y crearon un sistema de valores por el cual la gente estaba a partir de entonces, en gran medida de forma inconsciente, dirigida en su comportamiento social.
    Pero la tradición histórica es, como se dice, de ayer; en ninguna parte hemos superado realmente lo que Thorstein Veblen llamó «la fase depredadora» del desarrollo humano. Los hechos económicos observables pertenecen a esa fase e incluso las leyes que podemos derivar de ellos no son aplicables a otras fases. Puesto que el verdadero propósito del socialismo es precisamente superar y avanzar más allá de la fase depredadora del desarrollo humano, la ciencia económica en su estado actual puede arrojar poca luz sobre la sociedad socialista del futuro.
    En segundo lugar, el socialismo está guiado hacia un fin ético-social. La ciencia, sin embargo, no puede establecer fines e, incluso menos, inculcarlos en los seres humanos; la ciencia puede proveer los medios con los que lograr ciertos fines. Pero los fines por sí mismos son concebidos por personas con altos ideales éticos y —si estos fines no son endebles, sino vitales y vigorosos— son adoptados y llevados adelante por muchos seres humanos quienes, de forma semi-inconsciente, determinan la evolución lenta de la sociedad.
    Por estas razones, no debemos sobrestimar la ciencia y los métodos científicos cuando se trata de problemas humanos; y no debemos asumir que los expertos son los únicos que tienen derecho a expresarse en las cuestiones que afectan a la organización de la sociedad. Muchas voces han afirmado desde hace tiempo que la sociedad humana está pasando por una crisis, que su estabilidad ha sido gravemente dañada. Es característico de tal situación que los individuos se sienten indiferentes o incluso hostiles hacia el grupo, pequeño o grande, al que pertenecen. Como ilustración, déjenme recordar aquí una experiencia personal. Discutí recientemente con un hombre inteligente y bien dispuesto la amenaza de otra guerra, que en mi opinión pondría en peligro seriamente la existencia de la humanidad, y subrayé que solamente una organización supranacional ofrecería protección frente a ese peligro. Frente a eso mi visitante, muy calmado y tranquilo, me dijo: «¿Por qué se opone usted tan profundamente a la desaparición de la raza humana?»
    Estoy seguro de que hace tan solo un siglo nadie habría hecho tan ligeramente una declaración de esta clase. Es la declaración de un hombre que se ha esforzado inútilmente en lograr un equilibrio interior y que tiene más o menos perdida la esperanza de conseguirlo. Es la expresión de la soledad dolorosa y del aislamiento que mucha gente está sufriendo en la actualidad. ¿Cuál es la causa? ¿Hay una salida?
    Es fácil plantear estas preguntas, pero difícil contestarlas con seguridad. Debo intentarlo, sin embargo, lo mejor que pueda, aunque soy muy consciente del hecho de que nuestros sentimientos y esfuerzos son a menudo contradictorios y obscuros y que no pueden expresarse en fórmulas fáciles y simples.
    El hombre es, a la vez, un ser solitario y un ser social. Como ser solitario, procura proteger su propia existencia y la de los que estén más cercanos a él, para satisfacer sus deseos personales, y para desarrollar sus capacidades naturales. Como ser social, intenta ganar el reconocimiento y el afecto de sus compañeros humanos, para compartir sus placeres, para confortarlos en sus dolores, y para mejorar sus condiciones de vida. Solamente la existencia de estos diferentes y frecuentemente contradictorios objetivos por el carácter especial del hombre, y su combinación específica determina el grado con el cual un individuo puede alcanzar un equilibrio interno y puede contribuir al bienestar de la sociedad. Es muy posible que la fuerza relativa de estas dos pulsiones esté, en lo fundamental, fijada hereditariamente. Pero la personalidad que finalmente emerge está determinada en gran parte por el ambiente en el cual un hombre se encuentra durante su desarrollo, por la estructura de la sociedad en la que crece, por la tradición de esa sociedad, y por su valoración de los tipos particulares de comportamiento. El concepto abstracto «sociedad» significa para el ser humano individual la suma total de sus relaciones directas e indirectas con sus contemporáneos y con todas las personas de generaciones anteriores. El individuo puede pensar, sentirse, esforzarse, y trabajar por sí mismo; pero él depende tanto de la sociedad —en su existencia física, intelectual, y emocional— que es imposible concebirlo, o entenderlo, fuera del marco de la sociedad. Es la «sociedad» la que provee al hombre de alimento, hogar, herramientas de trabajo, lenguaje, formas de pensamiento, y la mayoría del contenido de su pensamiento; su vida es posible por el trabajo y las realizaciones de los muchos millones en el pasado y en el presente que se ocultan detrás de la pequeña palabra «sociedad».
    Es evidente, por lo tanto, que la dependencia del individuo de la sociedad es un hecho que no puede ser suprimido —exactamente como en el caso de las hormigas y de las abejas. Sin embargo, mientras que la vida de las hormigas y de las abejas está fijada con rigidez en el más pequeño detalle, los instintos hereditarios, el patrón social y las correlaciones de los seres humanos son muy susceptibles de cambio. La memoria, la capacidad de hacer combinaciones, el regalo de la comunicación oral han hecho posible progresos entre los seres humanos que son dictados por necesidades biológicas. Tales progresos se manifiestan en tradiciones, instituciones, y organizaciones; en la literatura; en las realizaciones científicas e ingenieriles; en las obras de arte. Esto explica que, en cierto sentido, el hombre puede influir en su vida y que puede jugar un papel en este proceso el pensamiento consciente y los deseos.
    El hombre adquiere en el nacimiento, de forma hereditaria, una constitución biológica que debemos considerar fija e inalterable, incluyendo los impulsos naturales que son característicos de la especie humana. Además, durante su vida, adquiere una constitución cultural que adopta de la sociedad con la comunicación y a través de muchas otras clases de influencia. Es esta constitución cultural la que, con el paso del tiempo, puede cambiar y la que determina en un grado muy importante la relación entre el individuo y la sociedad como la antropología moderna nos ha enseñado, con la investigación comparativa de las llamadas culturas primitivas, que el comportamiento social de seres humanos puede diferenciar grandemente, dependiendo de patrones culturales que prevalecen y de los tipos de organización que predominan en la sociedad. Es en esto en lo que los que se están esforzando en mejorar la suerte del hombre pueden basar sus esperanzas: los seres humanos no están condenados, por su constitución biológica, a aniquilarse o a estar a la merced de un destino cruel, infligido por ellos mismos.
    Si nos preguntamos cómo la estructura de la sociedad y de la actitud cultural del hombre deben ser cambiadas para hacer la vida humana tan satisfactoria como sea posible, debemos ser constantemente conscientes del hecho de que hay ciertas condiciones que no podemos modificar. Como mencioné antes, la naturaleza biológica del hombre es, para todos los efectos prácticos, inmodificable. Además, los progresos tecnológicos y demográficos de los últimos siglos han creado condiciones que están aquí para quedarse. En poblaciones relativamente densas asentadas con bienes que son imprescindibles para su existencia continuada, una división del trabajo extrema y un aparato altamente productivo son absolutamente necesarios. Los tiempos —que, mirando hacia atrás, parecen tan idílicos— en los que individuos o grupos relativamente pequeños podían ser totalmente autosuficientes se han ido para siempre. Es solo una leve exageración decir que la humanidad ahora constituye incluso una comunidad planetaria de producción y consumo.
    Ahora he alcanzado el punto donde puedo indicar brevemente lo que para mí constituye la esencia de la crisis de nuestro tiempo. Se refiere a la relación del individuo con la sociedad. El individuo es más consciente que nunca de su dependencia de sociedad. Pero él no ve la dependencia como un hecho positivo, como un lazo orgánico, como una fuerza protectora, sino como algo que amenaza sus derechos naturales, o incluso su existencia económica. Por otra parte, su posición en la sociedad es tal que sus pulsiones egoístas se están acentuando constantemente, mientras que sus pulsiones sociales, que son por naturaleza más débiles, se deterioran progresivamente. Todos los seres humanos, cualquiera que sea su posición en la sociedad, están sufriendo este proceso de deterioro. Los presos a sabiendas de su propio egoísmo, se sienten inseguros, solos, y privados del disfrute ingenuo, simple, y sencillo de la vida. El hombre sólo puede encontrar sentido a su vida, corta y arriesgada como es, dedicándose a la sociedad.
    La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. Vemos ante nosotros a una comunidad enorme de productores que se están esforzando incesantemente privándose de los frutos de su trabajo colectivo —no por la fuerza, sino en general en conformidad fiel con reglas legalmente establecidas. A este respecto, es importante señalar que los medios de producción —es decir, la capacidad productiva entera que es necesaria para producir bienes de consumo tanto como capital adicional— puede legalmente ser, y en su mayor parte es, propiedad privada de particulares.
    En aras de la simplicidad, en la discusión que sigue llamaré «trabajadores» a todos los que no compartan la propiedad de los medios de producción — aunque esto no corresponda al uso habitual del término. Los propietarios de los medios de producción están en posición de comprar la fuerza de trabajo del trabajador. Usando los medios de producción, el trabajador produce nuevos bienes que se convierten en propiedad del capitalista. El punto esencial en este proceso es la relación entre lo que produce el trabajador y lo que le es pagado, ambos medidos en valor real. En cuanto que el contrato de trabajo es «libre», lo que el trabajador recibe está determinado no por el valor real de los bienes que produce, sino por sus necesidades mínimas y por la demanda de los capitalistas de fuerza de trabajo en relación con el número de trabajadores compitiendo por trabajar. Es importante entender que incluso en teoría el salario del trabajador no está determinado por el valor de su producto.
    El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población. Por otra parte, bajo las condiciones existentes, los capitalistas privados inevitablemente controlan, directa o indirectamente, las fuentes principales de información (prensa, radio, educación). Es así extremadamente difícil, y de hecho en la mayoría de los casos absolutamente imposible, para el ciudadano individual obtener conclusiones objetivas y hacer un uso inteligente de sus derechos políticos.
    La situación que prevalece en una economía basada en la propiedad privada del capital está así caracterizada en lo principal: primero, los medios de la producción (capital) son poseídos de forma privada y los propietarios disponen de ellos como lo consideran oportuno; en segundo lugar, el contrato de trabajo es libre. Por supuesto, no existe una sociedad capitalista pura en este sentido. En particular, debe notarse que los trabajadores, a través de luchas políticas largas y amargas, han tenido éxito en asegurar una forma algo mejorada de «contrato de trabajo libre» para ciertas categorías de trabajadores. Pero tomada en su conjunto, la economía actual no se diferencia mucho de capitalismo «puro». La producción está orientada hacia el beneficio, no hacia el uso. No está garantizado que todos los que tienen capacidad y quieran trabajar puedan encontrar empleo; existe casi siempre un «ejército de parados». El trabajador está constantemente atemorizado con perder su trabajo. Desde que parados y trabajadores mal pagados no proporcionan un mercado rentable, la producción de los bienes de consumo está restringida, y la consecuencia es una gran privación. El progreso tecnológico produce con frecuencia más desempleo en vez de facilitar la carga del trabajo para todos. La motivación del beneficio, conjuntamente con la competencia entre capitalistas, es responsable de una inestabilidad en la acumulación y en la utilización del capital que conduce a depresiones cada vez más severas. La competencia ilimitada conduce a un desperdicio enorme de trabajo, y a esa amputación de la conciencia social de los individuos que mencioné antes.
    Considero esta mutilación de los individuos el peor mal del capitalismo. Nuestro sistema educativo entero sufre de este mal. Se inculca una actitud competitiva exagerada al estudiante, que es entrenado para adorar el éxito codicioso como preparación para su carrera futura.
    Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males: el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales. En una economía así, los medios de producción son poseídos por la sociedad y utilizados de una forma planificada. Una economía planificada que ajuste la producción a las necesidades de la comunidad, distribuiría el trabajo a realizar entre todos los capacitados para trabajar y garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, y niño. La educación del individuo, además de promover sus propias capacidades naturales, procuraría desarrollar en él un sentido de la responsabilidad para sus compañeros-hombres en lugar de la glorificación del poder y del éxito que se da en nuestra sociedad actual.
    Sin embargo, es necesario recordar que una economía planificada no es todavía socialismo. Una economía planificada puede estar acompañada de la completa esclavitud del individuo. La realización del socialismo requiere solucionar algunos problemas sociopolíticos extremadamente difíciles: ¿cómo es posible, con una centralización de gran envergadura del poder político y económico, evitar que la burocracia llegue a ser todopoderosa y arrogante? ¿Cómo pueden estar protegidos los derechos del individuo y cómo asegurar un contrapeso democrático al poder de la burocracia?

  5. zambrano

    Dos aclaraciones para Pepe Que los sindicatos no trabajan, estoy de acuerdo, ni siquiera para defender los derechos de los trabajadores
    Ahora bien que los empresarios trabajan tanto te diré que unos sí y otros no tanto
    En vacas gordas había empresarios por todos lados Levantabas una piedra y salía un empresario Pero igual que la burbuja era irreal igual lo era la situación de estas personas que de la noche a la mañana tenian un mercedes y 10 rumanos detrás Da igual si sabía lo que se tenía entremanos y si los tenía contratados o en negro Pero lo que fardaba el tío
    Basta ya de decir que soís los únicos que trabajaís Los empresarios que han quedado son seguramente los que tuvieron los pies en el suelo y hicieron empresa sin atajos

  6. Maria Cecilia Teixeira

    Hola amigos.
    Me gustaría dar les las gracias por esa mobilización, que es una señal inequívoca del despertar de la consciencia popular, ante la explotación del hombre, por un sistema capitalista que ya ha probado no ser autosostenible. Estoy segura de que desde ese movimiento, deben dar un paso adelante los nuevos líderes, capaces de llevar no solo a España, pero también al planeta, a una nueva era de libertad, fraternidad y respecto por el SER humano.
    En el caso específico de nuestro País, creo que es el momento de actuar. Nuestro Monarca, el Rey D. Juan Carlos, está bastante mayor y con su salud debilitada. La família seguramente hará de todo para que haya una sucesión tranquila a D. Felipe, cuando llegue el momento. Pero si eso ocurre, todo seguirá igual. Y con la derecha en el poder…
    Pacificamente, si nos mantenemos unidos y apoyandonos mutuamente, será posible soñar con un mundo mejor para nuestros hijos. Y recuerden: todo lo que existe fué antes un pensamiento… una idea… un sueño. Y si todos soñamos juntos, ya no será un mero sueño… sino realidad.

  7. Pepe López

    Vaya explicación de Barrio Sésamo de lo que es una empresa
    ¿¿Que el empresario no trabaja??
    Acabáramos.. cuéntaselo a los miles de autónomos y PYMES que las están pasando putas echando jornadas maratonianas para poder sacar adelante sus negocios… y con ello su sustento y además todos sus bienes, que generalmente han tenido que poner como garantía para conseguir créditos para poder seguir currando…
    En este país los únicos que no trabajan son los sindicatos..

    ¿¿Pero de donde sale está gente??¿¿Quien les ha contado estos rollos??

    1. perico de los palotes

      Disculpa pepe lopez yo soy autonomo y fui un participante de esa acion creo que lo de barrio sesamo sobra,