Reflexiones en PLP tras los acontecimientos de la última semana: Del “movimiento inclusivo” a la obsesión por excluir
Del “movimiento inclusivo” a la obsesión por excluir.
Si ahora se abre un debate sobre violencia/No violencia es de esperar que esté motivado por la existencia de un problema o necesidad al respecto y, por lógica, ésta o éste deberían estar relacionados con la aparición de grupos explícitamente violentos, o de acciones explícitamente violentas, en el seno del llamado movimiento 15-M. Sin embargo esto no se ha demostrado, sino que partiendo de una valoración subjetiva y establecida de antemano sobre el concepto de No violencia, se están juzgando como violentas unas prácticas, actitudes o emociones que no encajan con el anterior.
Este debate sobre Violencia/No violencia no busca una reflexión sobre conceptos, sino que parte de una acusación. Se persigue, una vez más, la exclusión de unas practicas, pensamientos y emociones que no se ajustan a un ideario, más estético que político, de grupos concretos, que se ha dado de antemano y sin discusión previa como fundamento del llamado movimiento 15-M.
La No violencia, concepto ambiguo
La trampa consiste en que si no se está de acuerdo con una definición impuesta del concepto de No violencia, entonces se es violento o se está a favor de la violencia, dando por hecho que no hay que debatir previamente en que consiste esa No violencia:
Si hay uno o diferentes tipos, si tiene diferentes niveles de intensidad (No violencia total o parcial, extrema o moderada)… si cabe proclamarse no violento y comer carne, si se puede ser no violento y antropocéntrico, es decir, ser no violento con la especie homínida y no con las otras especies animales y vegetales…Si es ideario político, filosofía de vida, marca estética de moda o si es mera técnica de resistencia y práctica de lucha ligada a algo de alcance ideológico y político más claro, como es la desobediencia civil y la insumisión al Poder.
Y aún más si alguien puede apropiarse o autoproclamarse representante legítimo y exclusivo de ese concepto, de tal forma que puedan definir e identificar qué es y qué no es violento, cuando esto es una competencia exclusiva y definitoria del Poder, en origen y en ejercicio, es decir monopolio del Poder.
La violencia es el Poder
La violencia por principio y sentido siempre se ejerce de arriba hacia abajo y del fuerte sobre el débil. No hay violencia de abajo a arriba, ni del débil contra el fuerte. Cuando se da esta “violencia”, según definición desde el Poder, de abajo contra lo de arriba, eso no es violencia, sino resistencia y lucha. Cuando se da “violencia” del débil contra el fuerte, según definición del Poder, eso no es violencia, sino autodefensa.
La No Violencia se está convirtiendo en una especie de poder que otorga al que se proclama como tal, la facultad de acusar y juzgar como violento, todo aquello que no encaje con su pensamiento, gustos o expectativas generalmente inmediatas, sin necesidad de demostrar nada, hasta el punto de permitir, al iluminado no violento, realizar prácticas para-policiales de delación en las manifestaciones como si de besar flores se tratara.
Hay que recordar que toda esta polémica no se ha creado por insultos más o menos primarios contra la policía, sino a raíz de las pintadas anticapitalistas en los muros del Banco de España, en la manifestación posterior a la llegada de las marchas populares.
La farsa del debate violencia/No violencia
Y este debate es una farsa, porque se levanta con el fin de ocultar otro debate sobre conceptos políticos de mayor calado y asumidos como esencia del 15-M como son:
a) El movimiento inclusivo
b) El Movimiento, con M mayúscula, singular y único
El movimiento inclusivo frente al movimiento integrador
El movimiento inclusivo asumido como un principio fundamental del 15-M, sin que se haya producido ningún debate riguroso y profundo sobre su contenido, se construye por un movimiento centrípeto, hacia un centro, un centro que se da por existente y definido de antemano. Un centro al que todo tiende o debe tender.
Por el contrario el movimiento integrador es centrífugo, es decir se abre hacia fuera, es expansivo, su figura es la espiral; reconoce y respeta lo que hay, tendiendo puentes, construyéndose mediante la comunicación horizontal y la generación de sinergias, que retroalimentan dando fuerza y mayor energía, porque surge, necesita y se alimenta de la diversidad.
El movimiento inclusivo es centralista y centralizador, establece límites y fronteras que determinan lo que está dentro y lo que queda fuera, lo que pertenece al “movimiento” y lo está excluido y puede ser excluido.
El movimiento integrador se basa y construye en el reconocimiento de la diversidad y la pluralidad, es descentralizador y no se fortalece mediante la definición por límites, ni exclusiones, sino en síntesis dialécticas de unión en marcha, es decir, en permanente debate mediante asambleas abiertas.
El Movimiento, con M mayúscula, singular y único, frente a los movimientos, con m minúscula, plural y múltiple
El Movimiento de M mayúscula, para mantenerse singular y único, utiliza lo inclusivo como medio para excluir todo aquello que atenta contra su Centro y su centralismo, uniformiza, pone límites (mediante definiciones que crean marcos para justificar exclusiones y expulsiones, por ejemplo: este falso y manipulado debate sobre violencia/no violencia, que lleva en su seno una acusación velada).
El 15-M reconocido como una pluralidad de movimientos, tanto manifiestos como latentes, políticos, sociales y de sentimientos, en confluencia libre y espontánea, basa su fuerza, su energía y su expansión en el respeto de la diversidad. No se construye con respecto a un centro ni estructura centrada (de decisión, de poder) sino que está descentralizado, es descentralizador, no tiene, ni se puede dotar de cauces, ni de límites, no concibe las exclusiones, ni las expulsiones porque no tiene fronteras. Su sentido y su fuerza es la protesta y la crítica libre permanentes, la lucha continua contra toda forma de explotación, contra toda forma de opresión y contra toda forma de sufrimiento.
Aitor, comer carne de explotación en este sistema de mercado es totalmente incompatible con la no violencia, eres cómplice de un holocausto continuo. Por favor, infórmate del infierno que nos esconden tras el consumo de carne, porque el que lo ignores no te exime de culpa.
Yo no soy violento y como carne.
Al parecer sí se puede.
memoria historica.
http://www.youtube.com/watch?v=DRfKURl26yM&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=lp1G1fZpibk&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=TdztZu_2cWY&feature=related
a zuhaitz.
ellos no tienen ke kemar los libros, simplemente los kitan. mientras almacenes de armas se llenan tan rapido como las celdas.
ellos dicen salta, tu dices desde ke altura.
WAKE UP!
http://www.youtube.com/watch?v=5qAggRMntlA&feature=related
Coincido en lo que dices. Yo soy partidario de dejar trabajar a todos los grupos que lo hacen con trasparencia, otra cosa es que al final nos sumemos o no. ¿Reforma de la Ley Electoral? Pues al menos trabajar en ella abre el debate de lo impresentable que es la que tenemos, aunque a mí me parezca como andar distribuyendo flotadores para la pisci ante el tsunami que ya tenemos encima.Por otro lado, lo menos malo es preferible a lo peor, aunque yo con todo esto sigo debatiéndome, y pienso: ante dos desastres no me quedo con ninguno…
Pero mientras tanto
“Hay palabras que hacen vivir
Y son palabras inocentes
La palabra calor la palabra confianza
Amor justicia y la palabra libertad
La palabra niño y la palabra gentileza
Y ciertos nombres de flores y ciertos nombres de frutos
La palabra valor y la palabra descubrir
Y la palabra hermano y la palabra camarada
Y ciertos nombres de países de pueblos
Y ciertos nombre de mujeres y de amigos
Añadámosles Peri
Peri ha muerto por aquello que nos hace vivir
Tuteémosle su pecho está agujereado
Pero gracias a él nos conocemos mejor
Tuteémosle su esperanza está viva. ” (P.Eluard)
Y Peri puede ser cualquiera que tenga la mirada limpia. Que nos vengan a hablar de violencia: nosotros tenemos estas palabras.