Comunicado leído en Asamblea General de Sol del 12 Junio

A la luz de la persistente instrumentalización de los medios de comunicación de todo lo relacionado con la sexualidad para atacar al movimiento, desde el grupo Transmaricabollo queremos recordar que los derechos y libertades sexuales son cosa de todxs. Como es problema de todxs combatir juntxs la violencia de los medios y su perversa forma de reproducir los prejuicios más básicos para no solo desprestigiar el movimiento hacia afuera, sino dividirlo por dentro.

Transexuales, maricas, bolleras, putxs y otrxs disidentes de la norma sexual, estamos desde el primer día en Sol como acampadxs, como miembrxs de otras comisiones y como grupo de trabajo, planteando un conjunto de reivindicaciones novedosas para la opinión pública, aunque históricas en algunos casos para el movimiento transmaricabollo. Cuestiones tan “escandalosas” como combatir la homofobia y el sexismo que impera con violencia salvaje en todo el planeta, tan “escandalosas” como combatir el estigma de la prostitución, que condiciona brutalmente las vidas de muchas personas, tan “escandalosas” como exigir que la transexualidad deje de seguir considerándose una enfermedad, tan “escandalosas” como exigir respeto para quienes no queremos amoldarnos a la norma de la monogamia, tan “escandalosas” como oponernos al conjunto de normas, prohibiciones, tabúes y fobias sexuales que se nos imponen: porque están en la raíz del sistema de dominación, que se ha construido históricamente desde el patriarcado, el machismo y la familia nuclear, condenando la sexualidad al armario del secreto.

En Sol estamos haciendo historia, nosotrxs también queremos que se haga historia cuestionando desde este movimiento todas las imposiciones y dogmas sexuales que normalmente asumimos, y que demos juntxs un paso adelante. Estas normas, regulaciones y violencias no afectan solo a mujeres y “minorías sexuales”, sino al conjunto de la sociedad. Ninguna democracia será real, y ninguna sociedad será libre, si no son capaces de replantearse sus regulaciones de los cuerpos, afectos y sexualidades. Indignémonos juntxs contra estas imposiciones a nuestros afectos y deseos.

Algunas propuestas pueden parecer minoritarias, pero nos afectan a todas y todos, pues todxs somos víctimxs y cómplices de un sistema sexual normativo y uniforme. Transmaricabollo es un nombre que quiere distanciarse de otros que se han ganado la respetabilidad social a base de entablar relaciones discutibles con partidos políticos, de promover la mercantilización del movimiento y de eludir los temas más espinosos limitándose a reivindicaciones políticamente correctas. Nos apropiamos de la injuria en primera persona para darle la vuelta. Porque somos lxs indignadxs del sistema sexual de dominación. Transmaricabollos somos todxs, porque todxs formamos parte de un sistema machista, sexista, homófobo y tránsfobo y es cosa de todxs combatirlo.

No creemos que nadie tenga que asumir en su vida como propias ninguna de nuestras propuestas, sino al revés: respetar los modos de vida de quienes sí las defendemos, no imponer las suyas, y que sepamos convivir en una pluralidad en la que tengan cabida todas las opciones voluntarias y consensuadas.

Queremos promover un debate serio, ajeno al amarillismo y la mojigatería sexofóbica de los medios, que desde el principio han apelado a los prejuicios más básicos sobre la sexualidad para atacar al movimiento: no cometamos el error de creernos esos prejuicios, no entremos en su juego, no busquemos la respetabilidad refugiándonos en el conservadurismo sexual de siempre. Plantemos cara a los medios sin condicionar la libertad de nuestro pensamiento colectivo. Luchemos contra su violencia: porque los prejuicios son violencia y los medios la reproducen.