Las elecciones generales están llenas de ocasiones más que apropiadas para explicar lo que queremos decir cuando decimos que no nos representan, y entre ellas debe destacarse el debate a dos.
Ante nosotros tenemos con sus mejores galas a los líderes de los partidos políticos mayoritarios enfrentados, gesticulando aparatosamente como si dijeran algo.
A pesar de que todxs sabemos que no va a servir de nada, que todo es mentira, que todo el pescado está vendido y que la Banca y las Grandes Fortunas ya ha elegido a cuál de los dos le tocará seguir metiendo la tijera a nuestros derechos. Sí, es un buen momento de decirles que el Emperador va desnudo, que eso no es hacer política.
Esa batalla de gallos por okupar el Parlamento amañanada de antemano muestra con nitidez hasta dónde puede estirarse la democracia de audiencia sin perder el atributo de democracia. Sus convulsiones fingidas no consiguen engañar ya apenas a nadie, porque nadie en su sano juicio puede confundir eso con hacer política. Porque cada vez más gente sabe que hay otra forma mucho más efectiva, además de divertida, de practicar la política.
El debate cerrado exclusivo de los supuestos líderes del bipartidismo esta muy alejado de como nosotrxs trabajamos en asambleas. Al contrario del populismo de sus propuestas, nuestro método participativo y colaborativo crea propuestas elaboradas y con fundamentos, frente a su puesta en escena maquillada hasta el guiño, nuestro debate es espontáneo, libre e inteligente, de la imaginación persona. Opuesto a su plató televisivo las plazas públicas son nuestro único escenario, libre y abierto.
¿Quién habrá ganado el debate? Se preguntarán los periódicos de mañana. La política que estamos practicando en las plazas no se gana ni se pierde porque siempre es en beneficio de todxs.
- El debate esta en la plaza tu de barrio o de tu pueblo
- Contradebate al bipartidismo (en streaming desde Tv-Sol con posibilidad de participación a través de redes sociales.)
- #seacaboelcirco (información)
Más información: Contracampaña: Por el estado de participación permanente
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