La lucha es el único camino…no es una frase vacía. La presión incesante de las asambleas de Tetuán y Paseo de Extremadura ha conseguido arrancar a Bankia la suspensión indefinida del desahucio de Lorena y Kissinguert, previsto para mañana 3 de octubre.
Visitas diarias a la sucursal y a la central de Plaza Celenque, casi un centenar de cartas de protesta firmadas por clientes de Bankia, difusión en las mesas de recogida de firmas de la ILP, turnos informativos en la puerta de la sucursal, acciones colectivas de presión…Una agotadora campaña de movilización que ha dado sus frutos en la mañana de hoy. Y es que, cuando parece que no quedan fuerzas hay que seguir insistiendo, ser constantes y pacientes, no darse nunca por vencidos. Ellos tienen la fuerza, nosotr@s la razón.
A pesar de nuestra alegría, queremos dejar claro que la lucha no ha terminado. Lorena y Kissinguert están a la espera de firmar un contrato de alquiler con Bankia, por una cantidad asequible para sus ingresos. Si la entidad se niega o pone trabas para llegar a un acuerdo, la campaña volverá a arrancar y seguiremos con las acciones. Porque sabemos que el único lenguaje que entienden es el de la presión asfixiante, el desgaste y la constancia.
Además, mañana hay tres acciones stop desahucios en Madrid. Dos de ellas en Carabanchel, uno de los barrios más castigados y, a la vez, más activos contra esta injusticia. La tercera cita tiene un carácter muy especial. Una de las militantes más activas de la PAH, María, será desahuciada si no lo impedimos. Su actividad incansable y su implicación personal en centenares de casos, merece que mañana nuestra compañera reciba un apoyo muy especial.
Estas son las citas para mañana, 3 de octubre:
Más información sobre los casos.
Eduard Hernandez Vivas llegó a España desde Cali (Colombia) con la firme determinación de buscar un empleo digno con el que labrarse un futuro para él y los suyos. Lo que se encontró no fue exactamente lo que esperaba: estuvo 4 años trabajando en Valencia, en el sector de la construcción, sin papeles, cobrando por día trabajado. Abandonó Valencia en dirección a Madrid donde encontró un trabajo ¡con contrato laboral! Eduard empezó ganando 1.000€ y, al cabo de cuatro años, se cambió a una empresa que elaboraba materiales de construcción donde llegó a ingresar 1.800 euros mensuales.
Habían pasado varios años y, ya en 2007, quiso traer a su familia acogiéndose a la reagrupación familiar. Para ello compró un piso con su hermano en la calle José María Pemán, en el distrito de Carabanchel con una hipoteca de 245.000 euros que concedida por Deutsche Bank. Ambos hermanos pagaban sin problema los 1.000 euros mensuales de la letra, pero la cuantía llegó a ascender a 1.580€. El estallido de la burbuja inmobiliaria le dejó sin empleo en 2009 y, a pesar de sus denodados esfuerzos por encontrar otro empleo, no dió con ninguno. El subsidio de desempleo no le permitió alimentar a sus tres hijos, que continuaban, en Colombia y a la niña de 18 meses que tuvo con una nueva compañera y cumplir con sus compromisos con el banco.
Deutsche Bank, como acostumbra, ordenó iniciar el procedimiento de desahucio. Eduard intentó negociar con la entidad la dación en pago, pero los responsables de su sucursal solo accedieron a ofrecerle un préstamo nuevo para reducir la deuda mediante un pago mensual de 600 euros. Eduard pagó esta cantidad durante unos meses hasta que supo que su piso había sido subastado sin recibir notificación alguna del juzgado. En los juzgados de Plaza de Castilla le confirmaron que, afectivamente, su vivienda había sido subastada y que tenía una orden de lanzamiento para el 3 de octubre.
En la actualidad, Eduard apenas puede mantener a sus cuatro hijos con los escasos 350 euros que percibe por un empleo de fines de semana y su compañera no encuentra un trabajo, por mucho empeño que ha puesto durante los últimos meses.
Eduard conserva todos los recibos del ingreso de los 600€ por lo que se siente engañado y timado y está luchando para demostrar el fraude y mantener su piso y un techo para su familia.
El miércoles no tiene dónde irse, por lo que si no lo evitamos, él, su compañera y su niña de 18 meses se quedarán en la calle. , ni amigos a los que e pedir ayuda, quedará una familia con una bebé en la calle. Hoy es Eduard, mañana puede ser tu vecina o tú mism@.
LA FUERZA DE LA RAZÓN (LA CIUDADANÍA) ACABARÁ PARA SIEMPRE CON LA RAZÓN DE LA FUERZA (SUS EXPLOTADORES)