Comunicado de @GenteAlRescate
Seis hospitales de la Comunidad de Madrid y veintisiete Centros de Salud seguirán el modelo de externalización que se inició con el ensayo del ya lamentablemente famoso hospital de Alzira, que tras ser rescatado por 69 millones de euros, volvió a manos de la misma empresa. Teniendo en cuenta esta experiencia, desconfiamos del tratamiento que obtendremos por parte de las empresas privadas que, con la premisa de maximizar beneficios, ahorrarán en pruebas, medicinas y tratamientos, sobre todo en los pacientes menos “rentables”. QUEREMOS SEGUIR SIENDO PACIENTES, NO CLIENTES.
Se pretende conceder la prestación de la asistencia sanitaria de Atención Primaria, nuestro contacto más directo con la sanidad, en cerca de 30 Centros de Salud. La atención primaria es la base de la asistencia, nos negamos a perder a nuestros médicos de familia y enfermeros. Además, se quiere priorizar que en su gestión participen profesionales sanitarios que quieran constituir sociedades: se quiere abrir la puerta de par en par a la conversión de la atención primaria en un mero negocio.
Se desmantelan en el hospital Carlos III unidades con un prestigio reconocido: para el tratamiento del VIH, de enfermedades tropicales… pasará a ser un hospital de estancia media. En el hospital de La Princesa se desmantelan servicios como la Unidad Coronaria, de Cirugía Cardiovascular o Cirugía Maxilofacial. Deja de ser un hospital universitario, donde se forman los médicos y enfermeros que deberían atendernos en el futuro en nuestra sanidad pública. No queremos que se cierren nuestros hospitales, como está sucediendo en el Instituto de cardiología de Madrid, donde se ha notificado a 130 enfermos que dejan de recibir su rehabilitación posoperatoria. Al no saber si podrán seguir con esa recuperación, han acudido a sus médicos de cabecera, para que estos les asignen nuevo centro. Sus citas son para 2014. Nos oponemos a perder ningún hospital de referencia. Queremos seguir acudiendo a nuestros hospitales, no tener que trasladarnos a otros más lejanos y más saturados por la reducción del número de camas y plazas que traerá consigo la transformación.
Con un nuevo eufemismo, “reordenación de la actividad de los profesionales en los hospitales”, se prevé el despido y desplazamiento de muchos profesionales. Es decir: reducir su número, sobrecargarlos de trabajo, trasladarlos. Los profesionales de la sanidad se encargan de velar por nuestra salud: queremos que nos sigan cuidando nuestros médicos/as y enfermeros/as, con condiciones dignas de trabajo que les permitan atendernos bien y con calidad. No queremos perder ni un profesional, ni que estén sometidos a la presión de un trabajo masificado. En un hospital no solo trabajan profesionales de la sanidad. Personal de limpieza, de lavandería, de almacenes, de cocina… dependerán de empresas privadas gracias a lo que se llama, desde el Gobierno de la Comunidad, “externalización de servicios no sanitarios de los hospitales”.
Como importa el gasto en medicamentos, no su eficacia, se pretende reducir el coste por receta y, además, implantar el copago de los medicamentos. Lo que la Comunidad llama “externalización” encarece los procesos de tramitación e intermediación y abre la puerta a diferentes tipos de asegurados, en función de las posibilidades económicas de cada paciente (que no “cliente”): a menor capacidad económica, mayor riesgo de enfermedad y, por tanto, de exclusión social. Se abre legalmente el camino para que distintos sectores de la población vayamos quedando fuera de la cobertura gratuita.Se ha comenzado por los migrantes en situación irregular, pero se menciona y regulan ya otros grupos poblacionales (mayores de 26 sin cotizar, etc.), a los que nos irá afectando presumiblemente de manera escalonada. La seguridad social se convierte en una “aseguradora más” entre tantas otras privadas a las que se atenderá en los mismos hospitales y centros de especialidades.
No queremos ser pacientes de “beneficiencia”, las tarjetas para personas sin recursos (las que no cotizamos) pueden convertirse en un sistema para ciudadanos de segunda. Queremos que la sanidad sea un derecho universal que nos corresponda por el hecho de ser personas, y no de ser migrante o autóctono, empleada o desempleada.Por todo ello, como pacientes y usuarias de la Sanidad madrileña, nos oponemos a las medidas del mal llamado Plan de Sostenibilidad del Sistema Sanitario de la Comunidad de Madrid y expresamos nuestra intención de continuar apoyando a nuestros profesionales sanitarios en la lucha contra el mismo.
Todos tenemos que salir a la calle para defender nuestra sanidad,educacion,convenios,etc,
no debemos dejarles hacer lo que quieran,estan jugando con nuestro futuro , el de nuestros hijos y el de nuestros nietos.Es responsabilidad nuestra plantarles cara y decir basta.
estoy de acuerdo con la sanidad tal como esta ahora no a la comercilación de los medicos enfermeras y enfermos