“Cuando nos preguntan por qué remplazaríamos el capitalismo a menudo nos quedamos, como dijo el gran economista John M. Keynes, “algo perplejos”. Es cierto decir que más allá de los mercados no existe otra posibilidad que no sea la de la planificación autoritaria, como en los tristemente celebres ejemplos de la Unión Sovietica y otras economías de planificación centralizada? La propuesta para una Economía Participativa — o Parecon — es la negativa a esta pregunta.
La propuesta para una Economía Participativa es la de una tercera vía basada en la cooperación que propone acabar con el mito conservador y liberal de que “no hay alterniva”. La Economía Participativa propone los valores de equidad, autogestión, diversidad, solidaridad y sostenibilidad. Pero conscientes de que los valores no son suficientes para reconstruir un sistema económico, también se propone describir cuáles serían las instituciones que servirían esos valores.
Parecon no es un plan detallado de lo que tiene que ser el futuro, sino meramente una descripción del ‘mínimo’ institucional que deben cumplir cualquier economía para nutrir esos valores y cumplir con las funciones básicas de producción, consumo y distribución de los recursos y bienes de consumo.
Parecon es una propuesta que ha derrotado la perplejidad de muchos economistas y que está siendo debatida en todo el mundo desde la publicación de la propuesta a principio de los noventa. Sobre Parecon decía el gran linguista y crítico Noam Chomsky: “[Parecon] merece que le prestemos atención, y reclama debate y acción”
Domingo 7 de Abril 2013, 12 horas, Kiosco de Música
“¿Qué es la Economía Participativa?”
David Marty
[…] 11:30 Jornadas sobre economía alternativa en Lavapiés. Varios espacios. Consultar programa 12:00 Domingos de economía: Economía participativa. Kiosko de música. Parque de El Retiro. 17:00 Grupo de guitarra Olavide Sobrevive. CSOA La Morada. […]
[…] 12:00 Domingos de economía: Economía participativa. Kiosko de música. Parque de El Retiro. […]
[…] de la asamblea del barrio de las Letras. Plaza de Santa Ana junto a la estatua de Lorca. 12:00 Domingos de economía: Economía participativa. Kiosko de música. Parque de El […]
El post capitalismo es mas una referencia hipotética en la escala imaginaria que una vía que se esté construyendo o implementando. Las no pocas tentativas de formas marginales del mercado clásico han rehabilitado lugares de vida ecológicos, ecoaldeas y eco mercados, y distintas formas de cooperativismo. Son referentes a seguir y averiguar lo que tengan de modélico y lo que no. Desde hace décadas hay gentes que fuera de la civilización urbana han venido instalando alternativas a las familias clásicas o nucleares y régimenes de copropiedad colectiva. Una alternativa global al sistema capitalista en su conjunto o en el conjunto de país solo se puede hacer con la proposición de otro sistema. Dejarlo todo al azar o a la evolución del mercado en si mismo, es decir a los millones de transacciones diarias entre individuos, podría volver a repetir mas de lo mismo o aún peor. Para una sistema alternativo se tendrá que pensar en algún tipo de planificación centralizada que para que no cayera en el dictum de otra cúpula mas debería ser la síntesis de las pautas propuestas descentralizadamente.
Una planificación racional será posible si hay un red de centros de decisión que planifiquen la riqueza en función de necesidades y no de lucros. Ese solo criterio significará limitar toda actividad especulativa. Una economía general sin índices bursátiles, sin primas de riesgo, sin monopolios y sin divisas es actualmente del todo inconcebible.
La economía solidaria y participativa que puede funcionar a escalas zonales mas o menos extensas para las producciones reales de cosas reales para una existencia de calidad, necesita de algo mas que la empatía y la voluntad para organizar las cosas a escala de estado y entre estados (navegación aérea, zonas de explotación de materias primas,…).
Por suerte podemos tener vidas de calidad y garantizarlas durante al menos la primera mitad del XXI por la enorme cantidad de recursos de uso publico que lo que queda de la sociedad del bienestar aún no ha desmantelado, o eso será así mientras las iras desatadas respeten los lugares y los recursos.
Para vivir bien o relativamente bien no necesitamos tanto, sin embargo para vivir las vidas preciosas e integrales que nos hubiera gustado vivir todos y cada uno de nuestros años existenciales ni el capitalismo lo ha garantizado nunca ni las propuestas post capitalistas se lo plantean como prioridad.
La primera mitad de este comentario JesRicart es bastante asumible desde la lógica sociológica, pero en la segunda mitad lo que expones son unas valoraciones desde perspectiva cultural puramente capitalista y por tanto nada objetivas, suele ser una clásica forma de despistar el contrincante llevándole a tu terreno.
Hemos de tener en cuenta que el capitalismo es simplemente una cultura económica, que se desarrolla a partir de una herramienta de intercambio, (moneda o dinero), y que evoluciona cada vez más en el sentido de los intereses de los que más tienen, hasta que, en la actualidad, una minoría muy reducida (un 3%), controlan más de 90% de los haberes dinerarios. ¿Puede ser ésta una cultura económica apropiada para la humanidad?. ¿Porqué permitir que un grupo reducido de acaparadores de la intemediación financiera se haga dueño también de nuestras vidas?…Esto no es sana competencia, y muy mal nos va a ir a la gran mayoría si no despertamos pronto. Así es como no quedarán bienes públicos a mitad del siglo XXI.
Un sistema económico participativo, necesita una cultura y una óptica organizativa diferente, una forma distinta de entender las relaciones sociales; sería pues necesaria, la existencia y consolidación de una democracia participativa con una normativa horizontal, (sin que prevalezcan intereses particulares); una democracia racionalmente abierta a las nuevas tecnologías, con una autonomía suficiente ante los condicionamientos ideológicos, o sectarios, y que no le impidan asumir los retos de los necesarios cambios culturales y económicos con garantías.
He entrado algo en “Parecon-Filosofía para la vida” y me ha sorprendido más que positivamente, hasta ahora yo no tenía referencias de movimientos tan centrados en la realidad humana y al mismo tiempo que valorasen la individualidad personal. Estoy convencido que es un proyecto muy válido, racional y abierto para ir saliendo de esta barbarie de desigualdad, crisis-depresivas y gerras horribles en que nos envuelve el liberalismo y también las ideologías. Estoy en contra de cualquier encasillamiento del pensamiento o de sometimiento a poderes e ideas preconcebidas. La naturaleza, y el ser humano con sus amplios sentidos y el raziocinio, son hasta hoy la gran obra, la gran enciclopedia, el resumen mejor definido del universo que conocemos. Si los humanos no somos capaces de razonar, de equilibrar y armonizar nuestra economía y sentimientos, no tenemos solución, caminaremos irremediablemente a la destrucción.
Hoy me han cabreado la palabras de Draghi (v. El País), entre otras afirmaciones dice: “El tipo de cambio no es un de los objetivos de la política monetaria del de BCE”. Estas palabras contrastan con las políticas de crecimiento impulsadas por EEUU y Japón que están recurriendo a la inyección de liquidez para devaluar el cambio de sus monedas, y así, facilitar las exportaciones, aumentar el empleo y equilibrar los déficits con mas recaudación de impuestos, (impuestos que no les es permitido exigir a los poderosos). Aquí, a pesar de que todas las variables económicas son peores, (tenemos mucho más paro, mas corrupción y evasión fiscal), se aplica la política contraria, es decir, mediante injustos recortes y trasvase de deuda privada a pública disminuir liquidez y asegurar el retorno de revalorizados euros a los inflados especuladores (no pueden tener otro nombre los financieros de la banca de inversión europea).
No cabe duda que crecimientos rápidos y voluminosos de deuda se corresponden con crecimientos rápidos y ficticios de creación de capital, que la creación de grandes fortunas es la estrategia financiera que mas desigualdad, crisis y desastres sociales provoca. La política europea actual redunda en apoyar y no atajar el crecimiento de esta desigualdad pues, trata de mantener a flote un sistema financiero inflado y oneroso a costa de los entrampados trabajadores y estados de 2ª división europea. Ni que decir tiene que una política monetaria como el aumento de liquidez, (compra importante de deuda pública por el BCE p.e.), impulsaría la perdida de valor del euro y la creación de empleo (que es con toda lógica lo que procede), pero (aquí está la madre el cordero), pues, perjudicaría a los ricos acreedores y favorecería a los estafados deudores y a sus economías (de país) respectivas, y esto no les gusta. No es difícil entender el enfoque perverso de esta política, así, señores apoderados de Europa, no se construye nada, así, se está desintegrando cualquier posibilidad de futuro para muchos de sus países.