54 responses to “SOBRE LA “INSUMISIÓN FISCAL” PROPUESTA POR LA OFICINA DE DESOBEDIENCIA ECONÓMICA”

  1. Recortes sociales y objeción fiscal | 15M Huesca
  2. Por una verdadera democracia – Poder Civil » Contrattacando la indignidad de los defraudadores

    […] pinchar aquí: sobre la insumisión fiscal […]

  3. Asamblea temática: Insumisión fiscal | www.asambleachamberi.net

    […] esta campaña, de insumisión fiscal ha suscitado mucho debate incluso grupos, como el de Economía Sol, no lo respaldan. Esta postura se basa en dos motivos […]

  4. Fiscalidad, justicia y objeción fiscal | 15M Huesca
  5. Paco

    El FMI es Dios: Deuda y Anarquía

    Lo que con la deuda se puede lograr, en conjunto, es el aumento del temor: y así la deuda domestica a la persona, pero no la hace “mejor”.
    La historia nos enseña que la conciencia de tener deudas no se extingue ni siquiera tras el ocaso de la forma organizativa de la “comunidad”; de igual manera que la humanidad ha heredado los conceptos “bueno y malo” (junto con la básica tendencia psicológica de ésta a establecer jerarquías), así ha recibido también la herencia del peso de las deudas no pagadas todavía y del deseo de reintegrarlas. (La transición la forman aquellas vastas poblaciones de trabajadores que, bien por coacción, bien por servilismo y mimetismo, se adaptan al culto del Estado: a partir de ellas esta herencia se desparrama luego en todas direcciones.) El sentimiento de tener una deuda no ha dejado de crecer durante muchas generaciones, haciéndolo en la misma proporción en que en la comunidad crecían y se elevaban a las alturas el concepto de Estado y el sentimiento de Estado. El advenimiento del Estado, ha hecho, por esto, manifestarse también el máximo del sentimiento de responsabilidad -mediante la imposición tributaria (los impuestos). Suponiendo que entre tanto hayamos iniciado el movimiento inverso -mediante una vida no-social (servida por funcionarios que actúan por nosotros en el mantenimiento directo de la comunidad) que tiende a la privatización de los medios, sería lícito deducir, con no pequeña probabilidad, de la incontenible decadencia del Estado, que ya ahora se da una considerable decadencia de la conciencia humana de responsabilidad: más aún, no hay que rechazar la perspectiva de que la completa y definitiva victoria del anarquismo puede liberar a la humanidad de todo ese sentimiento de hallarse en deuda con su comienzo, con su causa prima. El anarquismo y una especia de segunda inocencia se hallan ligados entre sí.