El 22 de marzo convergen en Madrid las MARCHAS DE LA DIGNIDAD, convocadas por el Sindicato Andaluz de Trabajadores y secundadas por una multitud de colectivos. Estas personas no vienen a Madrid de paso, a protestar un rato, vienen para quedarse e intentar luchar contra la situación extrema a la que les empuja el Estado español. Pero la propia existencia de esta iniciativa despierta una cuestión crucial, que sin embargo parece pasar desapercibida: ¿cómo es posible que, si nos dicen que vivimos en democracia, donde el pueblo en teoría constitucional es “soberano”, sea necesaria una movilización semejante para hacer oír la voz del pueblo?
Porque no parece razonable que cada vez que haya que manifestar el desacuerdo de las personas con el proceder de “su” Gobierno haya que esperar hasta la próxima convocatoria electoral periodica -que como sabemos apenas supone alternativa alguna- o hacer unas marchas a la capital… debería haber, en lógica, otras herramientas. Es esta una reflexión que no parecen haberse hecho los convocantes, cuyas revindicaciones se limitan a detalles sobre los efectos perversos de las decisones del Estado en las personas pero sin embargo no valoran el propio origen de esas decisiones, no parecen comprender cómo estos efectos devienen de la causa simple de que no son ni muchísimo menos estas personas quienes toman esas decisiones, sino unas élites en connivencia con los poderes económicos.
Es obvio que acceder a un trabajo digno sólo será posible cuando las trabajadoras sean quienes administran la riqueza que generan. Delegar la gestión pública de lo común, que es responsabilidad de todas, en un Estado a sueldo de los bancos puede ser aún peor que dejar que se gestione de forma privada por los propios bancos, y sin duda luchar para dejar de deĺegarlo en nada ni nadie alguna vez resulta la vía más razonable. Pero no queremos sin embargo valorar el alcance más o menos combativo, radical o transformador, de cada una de las revindicaciones de las marchas. Primero porque creemos que es una tarea que corresponde a otros grupos de trabajo, pero sobre todo porque la discrepancia con sus objetivos del nuestro es, desgraciadamente, mucho más profunda.
¿De qué nos serviría que un Gobierno “nos diese” aquello que las marchas revindican, si el siguiente podría quitárnoslas? El error es grave, fundamental: incidimos en los efectos y olvidamos las causas, esperamos que unas élites lo hagan bien de una vez, que nos favorezcan más a las personas y menos -o nada- a las corporaciones financieras, sin darnos cuenta de que eso no es que sea difícil, es que es imposible, porque esas élites políticas en las que confiamos para esa tarea son precisamente las mismas que conforman las élites financieras. Y si no las conforman ahora, las conformarán ineludiblemente una vez que hayamos delegado en ellas, no nos quepa ninguna duda.
Con las mejores intenciones por tanto, como suele suceder, se conforman las mayores catástrofes. Las herramientas del amo no transformarán la casa del amo, y los medios que se nos conmina a utilizar no guardan ninguna relación con los fines. No será delegando de nuevo, en un “amo bueno” esta vez, como lograremos mejorar nuestra situación aquí abajo, al contrario, cada vez estaremos más lejos de lograrlo. El asamblearismo, la horizontalidad e inclusividad en la toma de decisiones debe ser nuestro objetivo, en origen y en destino, pues los medios son los fines. Con todo el respeto que merece quien que se levanta y lucha, queremos decir que la mejor manera de lograr que las decisiones sean favorables a las personas es que sean las mismas personas quienes las tomen, y ese es desde luego el objetivo de la lucha para nuestro grupo de trabajo
Hola!, pido ayuda para salvar y proteger el sitio hermano “Propongo”; está siendo literalmente asaltado por comerciales repetitivos, en idioma Polaco, sin otro fundamento práctico que la ocultación de las propuestas que miles de ciudadanos hemos realizado. Estoy convencido que esto tiene interés político y no se como puedo denunciarlo.
Si es un ataque bot tremendo escribe a punto sol, ahora informa sol, informacion.acampadasol[arroba]gmail.com a ver si pueden ayudarte técnicamente para bloquearlo
Gracias por tu colaboración miloren, ya podéis ver, administradores que parecían tener algo de compromiso social, pero que al final traicionan a todo quiski. Personalmente soy partidario de aportar dinero en una colecta trasparente para que Acampadasol o las asambleas 15M se hicieran cargo de Propongo. Podría servir de base para debatir en serio asuntos y proyectos sociales y también realizar asambleas por internet, pues necesitamos mucha más comunicación a nivel global y debate horizontal para avanzar en la unificación democracia que tanto necesitamos. Saludos
+1 catalejo estirando cada uno de un sitio la tumbaremos, saludos
Siempre me parecen interesantes vuestras aportaciones al debate social, este lo suscribo totalmente. Por mi parte solo quiero remarcar unos puntos que habéis observado y que me parecen cruciales para el avance y la unidad social en la lucha.
Vuestro enfoque del problema esta bastante centrado en una estrategia racional para que un día (esperamos no sea muy lejano), buena parte del 98, o 99% de la ciudadanía tenga la suficiente unidad y organización para enfrentarse con garantías al ataque social del depredador financiero. Este significaría sin duda, recuperar mucha de la dignidad humana que estamos perdiendo o que nunca tuvimos.
Las marchas por la dignidad que convergen en Madrid el día 22, aunque como decís, no están suficientemente racionalizadas, pues es verdad que hay mucha dispersión de objetivos y demasiado partidísmo social; quizá también aporten escasos criterios de lucha más allá de los sentimientos (el basta ya, a la estafa de bienes y derechos sociales); pero largo es y será el camino y todo se tiene que andar. Lo que nunca debemos olvidar es que es necesaria la unidad social y que para caminar hacia ésta son imprescindibles los mejores valores humanos: La racionalidad como proponéis (mucha comunicación y debate constructivo) y la generosidad, con muchos esfuerzos y sentimientos que nos empujen como son también los de estas marchas. Saludos.