NO NOS REPRESENTAN porque nos imponen su representación mediante la violencia y el engaño
La violencia está presente en la represión que se ejerce contra la población, en todas sus modalidades, no sólo la policial: administrativa, judicial, educativa… las violencias que nos mantienen amedrentados y nos empujan a la pobreza, la forma mas cruel de violencia, que humilla a la persona en su dignidad hasta excluirla. No es ese el centro de interés de nuestro grupo de trabajo, sino el segundo, el engaño, de qué forma se nos mantiene en realidad virtual acerca de la política, imaginando que tomamos las decisiones, a pesar de que la realidad nos demuestra una vez tras otra que las decisiones que nos afectan las está tomando nuestro peor enemigo.
Nos engañan, para imponernos sus decisiones en base al poder que otorga una falsa representación mayoritaria, cuando en primer lugar prohiben toda libertad política que pudiera validar esa representación o incluso prescindir de ella. Al contrario que sucede en todo ordenamiento que se considere democrático, en el sistema español las herramientas de decisión directa de las personas están prohibidas. El referéndum vinculante, la iniciativa popular a la reforma constitucional, legislativa, o de revocación de cargos… algunas de estas libertades figuraban en el proyecto constitucional original, pero fueron sin embargo prohibidas en una Comisión del Congreso, por esas mismas élites de los partidos políticos que se han forrado a costa de la extrema corrupción que han generado esas decisiónes y otras de las que tomaron a nuestra espalda.
Podríamos pensar que incluso no pudiendo tomar las decisiones, abocados a que las tomen otros, ahí arriba, debiendo ser representados si o sí, cabe la posibilidad de encontrar a quien pueda representarnos de acuerdo con nuestras necesidades aquí abajo. Ya se cuidan de que jamás pueda ser así, cuando nos engañan en segundo lugar imponiendo unas “reglas del juego” que exigen a quien logre ejercer esa representación la misma lealtad absoluta al poder económico que ellos profesan, en la timocracia española. Por muchas razones, pero sobre todo porque se nos impone un ordenamiento sin ninguna separación de poderes y con un sistema electoral profundamente injusto, una máquina de fabricación de mayorías que otorga el poder absoluto quien mejor puede controlar el poder económico, para que sea este segundo quien lo ejerza sin control ciudadano alguno por medio de sus títeres en el Gobierno.
Abocados por tanto a que necesariamente sean otros quienes decidan sobre las cosas que nos importan y afectan, y a que esos otros lo hagan de forma mezquina, saqueándonos sin remedio alguno, siguiendo los intereses de los de arriba, sólo nos queda esperar, con las herramientas que nos dejan usar, el voto periódico a un partido político, que aquel a quien elegimos lo haga con algo de misericordia para con nosotras, con las de abajo, que no nos mate de hambre. Olvidaos, ni tan siquiera eso es posible, porque tampoco podemos, ni mucho menos, ejercer esa míserable libertad del voto periódico en libertad. Sometidos al chantaje, el miedo y la angustia, a la bajeza de las campañas electorales, a la manipulación y filtración interesada de encuestas, al “odio al enemigo”, terminamos infravalorando, tal y como quieren, en primer lugar el poder que conyeva la decisión de votar o de no votar, y en segundo la de en quién delegar en el segundo caso, y lo terminamos haciendo “tapándonos la nariz”, o no votamos, “fichamos”, o lo hacemos “para quitar al que está” o toda una suerte de votos útiles y otras mezquindades y cobardías que debería de darnos vergüenza de hacer. Por si todas estas inquinidades fueran pocas, las propias condiciones técnicas en las que el voto se ejerce se ofrecen a vulnerar la libertad y el secreto del voto por parte de los partidos políticos y el poder económico que representan, porque a eso sí que lo representan, y bien.
El voto no es sino el fracaso de la deliberación y el consenso. El voto a una opcion polítíca, para que las élites tomen las decisiones que nos corresponde tomar, es algo más que un fracaso, es una rendición en toda regla. No podemos sin embargo esperar que vayamos a poder ponernos siempre de acuerdo, y cuando no es así el voto es una herramienta decisiva, con la que desde luego que hay que contar. Pero no será de esta forma, desde luego, no será sometida a la estorsión, al resultadismo, no podemos votar como quien hace una quiniela. El voto es una libertad personal que se expresa en colectivo, una decisión en conciencia, que debe ejercerse con total responsabilidad. Reclamamos la capacidad de decisión, decimos ser adultos para tomar decisiones a todos los niveles… no es razonable tomar de esta forma la única decisión que se nos permite tomar. Así es que si algo hay que hacer lo primero de todo, debería ser eso: empezar por comprender lo que tenemos entre manos, el valor y la responsabilidad que tiene nuestro acto, y actuar en consecuencia con nuestra individualidad, sin pensar en las repercusiones en el colectivo, pues sólo de esta forma repercutiremos en el colectivo como debemos y queremos hacerlo.
Somos convocados nuevamente para delegar en las élites las decisiones sobre lo que nos importa y afecta, y en este caso se nos convoca a la madre de todas las miserias: a elegir testaferros del poder económico para exponer como flores exóticas en el carísimo florero europeo, en esa Europa de diseño burocrático destinado expresamente al saqueo de la población, especialmente de los más necesitados. PCPSol en nuestra contracampaña pedimos a las personas un esfuerzo para lograr liberarse de toda la porquería de su campaña, de sus bravuconadas y sus amenazas, y pensar y actuar como seres libres, independientes, valerosos y responsables. Parecerá un paso pequeño, que sirve de poco, pero en realidad estaremos dando un paso enorme en el camino hacia la participación permanente de las personas, nosotras, sin intermediarios, en la política. Quizá si en lugar de tratar de cambiar el mundo con nuestro voto, como nos dicen que podremos hacer y sabemos que es imposible, debieramos empezar por tratar de cambiar nosotras, rechazando el chantaje y decidiendo en conciencia y libremente, siendo capaces de pensar y actúar por nosotras mismas y responsables de nuestros actos… quizá sea ese el momento en el que todo empiece a cambiar. Usa la herramienta electoral de esta democracia mentirosa si crees que sirve para algo, o no votes si te resulta intransitable este método incluso como mal menor, o vota en blanco… lo importante será lo que coherentemente sumes a la transformación social durante el año entero.
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