Lugar: Palacio de Cristal en El Retiro
Fecha: Domingo 14 de septiembre de 2014
Hora: 12:00
Tema: Ecuador contra la transnacional petrolera Chevron
Ponente: Sheim Guerrero
Por un lado, Ecuador, pequeño país sudamericano de quince millones de habitantes. Por el otro, Chevron, mastodonte de la industria petrolera, cuyo volumen de negocios sobrepasó los 230.000 millones de dólares en 2013. ¿Combate desigual?
Durante 28 años, Texaco gozó de una casi exclusividad en la explotación petrolera de la región. En todo ese tiempo, nunca informó sobre los peligros que corrían los humanos, animales y plantas que rodeaban los pozos y piscinas. Mucho menos le importó que algunas viviendas fueran construidas sobre lo que eran las piscinas tapadas con tierra y ramas.
La empresa abrió 356 pozos y 464 piscinas de lodos de perforación, lo que significá un total de 820 sitios contaminados. Los campesinos e indígenas siguen hallando otros que fueron escondidos. Algunos pozos siguen vertiendo petróleo. Según la sentencia emitida en contra de la petrolera, Texaco “extrajo cerca de 1.500 millones de barriles de crudo […] en un área de 442.965 hectáreas […] y, deliberadamente, vertió toneladas de material tóxico y desechos de mantenimiento y más de 19.000 millones de galones (alrededor de 72.000 millones de litros) de agua sucia en el medio ambiente.
En 1992, Texaco salió del país. El 3 de noviembre de 1993, campesinos e indígenas de Orellana y Sucumbíos, apoyados por organizaciones no gubernamentales, principalmente estadounidenses, presentaron una demanda contra la petrolera ante un tribunal de Nueva York. Durante el proceso la empresa presionó para que se trasladara el juicio a la justicia ecuatoriana, comprometiéndose incluso a respetar la decisión de los tribunales. En octubre de 2003, dos años después de la compra de Texaco por Chevron, empezó el juicio en Ecuador.
El 14 de febrero de 2011 se emitió finalmente un veredicto: la petrolera fue declarada culpable. Debía pagar 9.500 millones de dólares a los afectados para la limpieza de los suelos, la instalación de acueductos y la implementación de sistemas de salud y de desarrollo en la zona. Posteriormente, el 12 de noviembre de 2013, el Tribunal Nacional de Justicia ecuatoriano (máximo órgano de justicia del Ecuador) ratificó la sentencia de condena a la petrolera.
A pesar de todo ello, Chevron se niega a pagar por los daños ambientales ocasionados, y hasta la presente estamos en la lucha contra esta transnacional en favor de la justicia y contra la impunidad.
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